¿A QUE EDAD REGRESARIAS?

Estaba pensando hace un rato, ocupación para la cual no encuentro el tiempo suficiente pero que a veces considero necesaria, a partir de ese doloroso ejercicio regresé a una de mis preguntas eternas, ¿Si pudiera regresar a una edad o período de mi vida, con lo que se hasta este momento, a cual regresaría?.

Lo tengo relativamente claro, y por supuesto esta respuesta está generada en los años de diferencia que le llevo a la mayoría de los que me leen, así que a riesgo de que me digan viejo acabado, jubilado precoz, anciano impenintente y que cuestionen mi participación en este mundo virtual acaparado casi en su totalidad por jóvenes casi púberes o veinteañeros inmortales, les diré que regresaría a la etapa entre los 25 y 30 años.

Y claro, ustedes se preguntarán el motivo para esa selección, y tengo varias respuestas sobre el particular. Las mismas que compartiré con ustedes.

Acababa de salir de la Universidad y ya estaba trabajando en un buen lugar, la paga era mala pero la experiencia que se adquiría día a día era mas que buena; ahora bien, esa remuneración escuálida daba para pagar la diversión, tomando en cuenta que vivía en casa de mis padres, no tenía mayores responsabilidades, no pagaba mi alimentación, agua, luz, cable etc., etc.; es decir, esa un perfecto mantenido. Lo acepto, era un semi responsable.

Otra razón importante es que el cuerpo soportaba la tortura semanal, todo tipo de maltrato, trago en exceso, malas noches, pichangas deportivas interminables, días sin dormir y demás abusos propios de una persona en su segunda adolescencia. Uno le tiene miedo a pocas cosas y es capaz de tomar riesgos que en otro momento no contemplaría. Uno es valiente a punta de estupidez y desconocimiento.

La líbido, la testosterona, las feromonas están agitándose sin contemplaciones ni remilgos; lo cual nos hace cometer algunas acciones que en cualquier otro momento serían tomadas como acciones contra la humanidad (la humanidad de uno mismo por supuesto); el estómago aguanta todo, y cualquier sonrisa que venga aparejada con un cuerpo medianamente interesante junto con un cerebro que le permita respirar y decir hola, es mas que bienvenido; a esa edad todos somos buenos pobres.

El convencimiento pleno que nunca hemos de morir, es mas esa palabra solamente se escucha en la tele, que todo lo malo le pasa al vecino, la capacidad infinita de experimentación (con dinero en el bolsillo ganado honradamente), la búsqueda interminable del amor eterno, claro con la recatafila de errores y horrores que uno comete en tan delicada misión.

Alguna vez le escuche decir a un contemporáneo que esa es la mejor edad por que aún cuando ya estas en camino de la adultez te puedes seguir comportando como un adolescente irresponsable y no se vería mal; imagínenme a mi a estas alturas de mi vida portándome de tal forma; aunque pensándolo bien no es un buen ejemplo por que lo hago; pero ustedes entienden la idea pues, hoy no podría ponerme un piercing en la ceja, aún cuando me gustaría, ni puedo salir a tomar un lunes hasta las 4 am, aún cuando eventualmente ha pasado; pero creo que les queda claro.

Se que el tiempo no se detiene y que no hay manera de retrocederlo, por eso los momentos que nos tocan vivir ahora son los momentos mas importantes ya que son irrepetibles, en este liviana temporalidad son y dentro de unos segundo fueron, solo nos queda este instante de creación; no tengo arrepentimientos, hice lo que tenía que hacer y fui feliz, quizá por eso le guardo tanto cariño a esa época de mi vida, por que me sentí libre de algunos corsés que yo sabía que con el tiempo llegarían.

Y ustedes ¿A que edad regresarían?

Me desconecto.

Adeu…